Casa Rural – Rural House“Pepita la de las ores”
NUESTRA HISTORIA -OUR HISTORY
Los datos mas antiguos que existen se remontan a unos doscientos años con nuestro
tatarabuelo que heredó, compró o construyó la primera parte de la vivienda, donde hoy
se encuentra el salón y la cocina. Posteriormente nuestro bisabuelo construyó la zona
donde se encuentra las dos habitaciones, antiguamente destinado como tienda del lugar
Ya mi abuelo tras su viaje a Cuba, y con el dinero que pudo ahorrar, construyó la
ultima parte de la casa, no siendo esta parte del alojamiento turístico
La casa Pepita la de las flores lleva su nombre ya que mi abuela cuidaba y mimaba una
gran cantidad de flores y plantas que se encontraban en los caminos a la casa y en los
patios de la misma, al tiempo que Diego su marido se dedicaba al cultivo y a otros
trabajos de realización de pistas forestales y obras de presas Esta casa fue un sitio de
encuentro social de la zona ya que además de ser una tienda en la casa se encontraba
el único gramófono de la zona y también la primera radio en el lugar, hasta aquí se
acercaban por las tardes los vecinos para disfrutar de compañía entre tantas y
novedosa tecnología que para algunos del lugar parecían obras del mismísimo diablo.
Pepita y Juan procedían de familias humildes y tuvieron nueve hijos nacieron y vivieron en el lugar De jóvenes vivieron los
efectos de la Guerra Cıvıl Española tenie ndo niños pequeños, aunque el efecto que produjo la misma en el centro de la isla
no fue tanto el aspecto bélico y de armas sino las consecuencias de una
implacable dictadura militar - religiosa y del desabastecimiento de productos
básicos para la supervivencia, productos alimenticios y como tantos otros
con la cartilla de racionamiento, los pequeños trozos de tierra, el estanque
que Diego realizo en los ratos libres durante catorce años con la ayuda de
una simple picareta, estanque que existe actualmente al lado de la casa y con
los ahorros de los dos viajes que Diego realizó a Cuba, sacaron su familia
adelante
En Gran Canaria existían, sobre 1933, 285 manantiales o nacientes. Cerca
del núcleo del barrio de La Culata existen 3 de estos nacientes, estando 2 de
ellos al aire libre y en una altura muy poco frecuente para un manantial (ya
que suelen ubicarse en zonas mucho más bajas). Tal vez la ubicación de la capital de la isla
hubiese sido otra si los Reyes Católicos, el 26 de julio de 1501, no hubiesen autorizado el
trasvase de agua desde esta parte de Tejeda hasta San Mateo, que obligó a una titánica obra
de ingeniería con la creación de un túnel de 342 m. hasta el Barranco de la Mina (en la zona
alta del municipio de la Vega de San Mateo) constituyendo la primera obra hidráulica de las
Islas. Ese mismo naciente (dividido en el de la heredad de Las Palmas y el de Los
Molinillos), abastece tanto al pueblo de Tejeda como a sus barrios. En esta zona de la
cumbre grancanaria se encuentra el caserío de Los Manantiales, que hace honor a la
historia del agua en La Culata, topónimo que también tiene su origen en dichos nacientes.
Pepita la de las flores Juan Rodríguez
OUR HISTORY
The oldest data that exists dates back about two hundred years with our great-great-
grandfather who inherited, bought or built the first part of the house, where the living
room and kitchen are today. Later our great-grandfather built the area where the two
rooms are located, formerly used as a shop. After his trip to Cuba, my grandfather, and
with the money he was able to save, built the last part of the house, this part not being
the tourist accommodation.
The house Pepita, the one with the flowers, is named after her grandmother who looked
after and pampered a large number of flowers and plants that were found on the paths
to the house and in its courtyards, at the same time that Diego, her husband, was
dedicated to farming and other work creating forest tracks and dam works. This house
was a social meeting place in the area since, in addition to being a shop, the house
housed the only gramophone in the area and also the first radio in the place. The
neighbours would come here in the afternoons to enjoy the company of so much new
technology that to some people seemed like the work of the devil himself.
Pepita and Juan came from humble families and had nine children who were born and lived in the area. As young people they
experienced the effects of the Spanish Civil War, having small children, although the effect that it had on the centre of the
island was not so much the warlike and weapons aspect but the consequences
of a ruthless military-religious dictatorship and the shortage of basic
products for survival, foodstuffs and, like so many others, with the ration
card, the small pieces of land, the pond that Diego made in his free time for
fourteen years with the help of a simple pickaxe, a pond that currently exists
next to the house and with the savings from the two trips that Diego made to
Cuba, they raised their family.
In Gran Canaria, around 1933, there were 285 springs. Near the centre of
the La Culata neighbourhood there are 3 of these springs, 2 of which are in
the open air and at a very unusual height for a spring (since they are usually
located in much lower areas). Perhaps the
location of the island's capital would have been different if the Catholic Monarchs, on 26
July 1501, had not authorised the transfer of water from this part of Tejeda to San Mateo,
which required a titanic engineering work with the creation of a 342 m. tunnel to the
Barranco de la Mina (in the upper area of the municipality of Vega de San Mateo)
constituting the first hydraulic work on the Islands. This same spring (divided into that of the
Las Palmas estate and that of Los Molinillos), supplies both the town of Tejeda and its
neighbourhoods. In this area of the Gran Canaria summit is the hamlet of Los Manantiales,
which honours the history of water in La Culata, a toponym that also has its origin in these
springs.
Pepita la de las flores Juan Rodríguez